El conflicto por el uso del avión ruso Ilyushin, que provocó la presentación de un arbitraje contra Bolivia ante una corte rusa, se ha zanjado tras la negociación entre las partes y el pago por parte de Bolivia de un millón de dólares.
Los gastos de combustible y administrativos (cerca de un millón de dólares) por el préstamo de un avión ruso para extinguir un incendio en la Chiquitania eran el origen de la amenaza de recurrir a arbitraje del Gobierno ruso contra Bolivia.
En febrero, una comunicación hecha por la Embajada de la Federación de Rusia al Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia exponía el reclamo del Ministerio de Emergencias de Rusia sobre débito por trabajo del avión de sofocar los incendios forestales en Bolivia entre septiembre y octubre de 2019. En esta información se comunicaba que la carta con el aviso había sido enviada al Ministerio de Defensa boliviano el 21 de enero de 2020 sin que hubieran recibido respuesta ni transferencia.
Rusia envió varios documentos avisando de la situación y de que el posible arbitraje sería presentado ante el Tribunal de Arbitraje Internacional de la Cámara de Comercio de la Federación Rusa, así como que la demora en el pago cargaría intereses diarios del 0,05%.
Ambas partes, a través de la negociación, han llegado finalmente a un acuerdo que fija el pago de un millón de US$ por el alquiler del avión. El coste total ascendía a más de dos millones de dólares de los que el gobierno boliviano pagó la mitad en 2019, sin embargo ante nuevos incendios que se sucedieron en septiembre de 2020, Rusia solicitó que se reconociera la deuda.