El Departamento de Estado de Estados Unidos ha publicado el informe “2020 Investment Climate Statements: Mexico” en el que alerta sobre el clima de inversión en México, entre otros, informando sobre las demandas de arbitraje de inversión que varias empresas estadounidenses están considerando ante tribunales internacionales.
Para situar la importancia del país en la economía estadounidense, el informe describe como en 2019 México se convirtió en el principal socio comercial de bienes de Estados Unidos y sigue siendo uno de sus socios de inversión más importantes. El comercio bilateral creció 654% entre 1993 y 2019, y México es el segundo mercado de exportación y su tercer socio comercial más importantes. Estados Unidos es la principal fuente de inversión extranjera directa (IED) de México con 114.900 millones de dólares en 2018.
Incertidumbre
A pesar de estas cifras, los datos aportados en el documento parecen materializar que los cambios regulatorios, la débil salud financiera de la petrolera estatal Pemex y una respuesta fiscal débil percibida a la crisis económica del COVID-19 han contribuido a la incertidumbre actual. La baja la calificación de las auditoras internacionales y las expectativas de crecimiento del PIB de México para 2020 agravan el panorame junto a la inseguridad sobre el cumplimiento de los contratos, la informalidad y la corrupción; acusando a los recientes cambios regulatorios de crear dudas sobre la inversión, particularmente en el sector energético.
Pemex y CFE
El Departamento de Estado analiza como los cambios regulatorios y de política de la administración de López Obrador, que han favorecido a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre empresas privadas, han llevado a éstas a presentar demandas en tribunales mexicanos y varias están considerando el arbitraje internacional.
En relación con el sector de hidrocarburos, el informe explica que el gobierno ha realizado 11 subastas que permiten a empresas privadas ofertar por derechos de exploración y desarrollo de recursos de petróleo y gas en bloques de todo el país. Entre 2015 y 2018, México subastó más de 100 bloques terrestres, superficiales y de aguas profundas con un interés significativo de compañías petroleras internacionales. Desde entonces, la administración ha pospuesto subastas, pero se comprometió a respetar los contratos existentes adjudicados bajo la administración anterior.
Asimismo, expone el caso concreto en el que Pemex buscó hacerse cargo de un importante descubrimiento de petróleo en aguas poco profundas realizado por un consorcio liderado por una empresa estadounidense. El consorcio privado había invertido más de 200 millones de dólares para realizar el descubrimiento y el resultado de esta disputa aún no se ha decidido.
En relación con el sector energético, en el informe se acusa a la administración de López Obrador de erosionar la autonomía y cuestionado públicamente el valor de reguladores antimonopolio y de energía específicos. En junio, informábamos como el Instituto Americano del Petróleo (American Petroleum Institute, API) solicitó al gobierno de los Estados Unidos que exigiera a México cumplir sus compromisos con el T-MEC (USMCA) -el Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá que entró en vigor el 1 de julio de 2020- y que detuviera la discriminación contra las compañías estadounidenses en el mercado de combustibles de México.
Entre otros, en el informe se alerta de que los inversionistas están cada vez más preocupados de que la administración esté socavando su confianza y que particularmente en el sector energético los cambios regulatorios favorezcan a las empresas estatales en lugar de mantener precios competitivos para el consumidor.
Informe: “2020 Investment Climate Statements: Mexico”
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