La constructora colombiana Conconcreto ha confirmado el arbitraje que mantiene con Empresas Públicas de Medellín (EPM) en relación a la presa de Hidroituango. Se trataría de un arbitraje internacional para determinar su responsabilidad en el derrumbe del túnel construido para desviar el cauce del río Cauca mientras se construía la hidroeléctrica.
Recordemos que este evento concierne al consorcio constructor y a las aseguradoras del proyecto. La confirmación del arbitraje iniciado por Conconcreto la ha manifestado Juan Luis Aristizábal, presidente de la constructora, en una entrevista publicada por Valora Analitik (ver “Conconcreto estudia llevar caso HidroItuango a instancias judiciales; seguirá en Bolsa de Colombia“, 20.10.2021). En ella, Aristizábal además explica que su responsabilidad es definir si cumplieron sus compromisos de acuerdo con el contrato, porque si es así no tendrían ninguna responsabilidad ante el derrumbe.
El presidente de Conconcreto dio algún detalle más del estado actual del arbitraje como que ya está formado el tribunal y que prevén una duración del procedimiento de entre uno y dos años.
El consorcio CCC Ituango lo forman, además de Conconcreto, Camargo Correa Infra y Coninsa Ramón H. En la financiación de este megaproyecto también están involucradas otras compañías españolas como BBVA o Banco Santander.
El evento del 28 de abril
El derrumbe de un túnel auxiliar para desviar el río Cauca, mientras se procedía a la construcción de la hidroeléctrica, tuvo lugar el 28 de abril de 2018 y provocó la desaparición de varias poblaciones y los desplazamientos aquellas poblaciones que aún no habían sido evacuadas.
Para evitar una tragedia de magnitudes importantes el desvío provisional del río Cauca se corrigió para que volviera a su cauce natural, lo que provocó enormes pérdidas. A ello se unió otra contingencia relacionada con el destaponamiento de uno de los túneles seguido de una fuerte crecida sobre diversas poblaciones que fueron evacuadas, provocando el abandono de ganado, entre otros.
Todo se agravó con el peligro de rotura de la presa, la posible avalancha de agua y la época de lluvias. Las pruebas como cierre de compuertas de la presa no carecían de riesgos, ya que el cauce del río se reduciría notablemente, en febrero de 2019, este hecho provocó el secado total del río acompañado del desastre ecológico.