La Corte de Apelaciones de París ha confirmado la suspensión de la ejecución del laudo de 14,9 billones de US$ contra Malasia y a favor de los Herederos del Sultán de Sulu. Así lo ha confirmado la Secretaría Especial de Malasia para Sulu. Se trata de un polémico arbitraje que se desarrolló en España y cuyo laudo, dictado por el árbitro español Gonzalo Stampa, fue homologado en Francia por los Herederos del Sultán.
Según la Secretaría Especial para Sulu, el tribunal francés dictaminó que la impugnación de los Herederos de Sulu contra la suspensión es “inadmisible”, por lo que se mantiene la suspensión del laudo concedida a Malasia en julio de 2022 (ver “Paris appellate court upholds stay given to M’sia on Sulu claimants award“, Bernama, New Straits Times, 16.03.2023).
Según el comunicado de la Secretaría Especial de Malasia para Sulu: “Malasia continuará defendiéndose con firmeza en todos los foros jurídicos contra cualquier querella promovida por sus adversarios”.
Hace menos de un mes, el Gobierno de Malasia formó la Secretaría Especial para tratar las demandas de los Herederos de Sulu, las declaraciones a los medios de comunicación internacionales, así como las estrategias globales para hacer frente a las reclamaciones (ver “‘War room’, special secretariat formed to address Sulu claims, says Azalina“, Tarrence Tan, Rahimi Rahim y Martin Carvalho, TheStar, 21.02.2023).
El 13 de julio de 2022, el Gobierno de Malasia informó de la orden de suspensión del laudo de 14,9 billones de dólares a favor de los Herederos del Sultán de Sulu admitida por la Corte de Apelación de París, a la espera de la decisión del Tribunal de París sobre el procedimiento de anulación, basándose en que probablemente afectará a la soberanía territorial de Malasia.
Los Herederos de Sulu presentaron una impugnación ese mismo mes contra la suspensión.
El conflicto: Herederos del Sultán de Sulu v. Malasia
La disputa se remonta a 1878, año en que el Sultán de Sulu y dos particulares británicos firmaron un acuerdo para el arrendamiento a perpetuidad de la explotación de los recursos naturales (entonces, perlas, nidos de pájaro y madera) de ciertos territorios del norte de la isla de Borneo e islas adyacentes. Territorios, que entonces formaban parte del Imperio español, hoy forman parte de Malasia. El precio del arrendamiento se fijó en 5.000 pesos filipinos.
Durante décadas, los arrendatarios continuaron pagando anualmente el precio del contrato conforme a lo pactado: primero los dos comerciantes británicos, posteriormente la compañía North Borneo Trading Company, hasta su quiebra en 1946, momento en que la Corona Británica se convirtió en la arrendataria y, finalmente, en 1963 Malasia comenzó a pagar las cantidades debidas tras adquirir su independencia de la Corona británica.
Tras el descubrimiento de nuevos recursos naturales como el petróleo y el gas en las décadas de los 80 y los 90 y el comienzo de su explotación por Malasia, los Herederos intentaron solicitar renegociaciones al contrato, pero Malasia nunca aceptó.
Posteriormente, en 2013, Malasia dejó de pagar el arrendamiento anual conforme al contrato.
El 28 de febrero se dictó en París el laudo del arbitraje entre los Herederos del Sultán de Sulu y Malasia. El árbitro español encargado del procedimiento, Gonzalo Stampa, concluyó que Malasia incumplió el contrato firmado en 1878 y le condenó al pago de 14.920 millones de dólares.
Malasia no participó en el arbitraje manteniendo que el proceso era ilegal.
Asimismo, el árbitro declaró resuelto el contrato de 1878 y concluyó que los demandantes tenían derecho a recuperar el valor de restitución de los derechos de explotación arrendados en virtud del contrato de 1878 y de la Escritura de Confirmación de 1903, con un interés pre-laudo del 3,96% anual, a partir del 1 de enero de 2013 hasta 2044.