El presidente de Panamá José Raúl Mulino ha confirmado que entablará conversaciones con la mina Cobre Panamá, propiedad de la minera canadiense First Quantum Minerals, y que es objeto de siete arbitrajes tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Panamá de declarar inconstitucional en noviembre de 2023 el contrato firmado entre la compañía y el Gobierno panameño para la concesión del proyecto minero.
En una conferencia de prensa de José Raúl Mulino en el que presenta el informe semanal del Gobierno confirmó que las conversaciones con la mina comenzarán la semana que viene, pero no condicionó el diálogo a que los arbitrajes abiertos se suspendan como ha estado manteniendo hasta la fecha: “El tema de la mina será abordado con mucha responsabilidad teniendo en cuenta el interés general”, explicó y anticipó que autorizó sacar el material molido en el interior de la mina que será procesado en el exterior y reembolsado a Panamá y la recepción en el puerto de carbón proveniente de Medellín (Colombia) para la operación de la central de generación eléctrica.
Mulino explicó que ha mantenido reuniones con empresarios afectados por el cierre de la mina y calificó la situación de “dramática” ante las consecuencias (pérdida de empleos, impagos a proveedores…) para el Estado panameño que cifró en un 5% del PIB del país.
Cobre Panamá y First Quantum han emitido un comunicado en el que reciben “con satisfacción” las declaraciones de Mulino en relación con la autorización de exportar el concentrado de cobre e importar carbón ante el arranque de la central eléctrica: “Los fondos generados por la exportación de concentrado de cobre permitirán continuar con las actividades de preservación […]”.
El cobre de la mina
El cobre que permanece inactivo en la mina Cobre Panamá, a la espera de la conclusión del Gobierno panameño de si fue extraído antes o después de la orden de cierre de la mina, puede influir en las pretensiones de First Quantum Minerals en los anunciados arbitrajes de inversiones contra Panamá.
El valor del mineral estaría entre 225 y 340 millones USD y la minera busca compensación por los perjuicios sufridos, por el tiempo perdido y por no poder dar salida al material.
En julio de 2024, en su primer discurso como mandatario panameño, Mulino condicionó la reapertura temporal de la mina Cobre Panamá a los resultados de una auditoría medioambiental sobre el estado de la misma y los peligros que representa “estando abierta o cerrada”. En ese momento, sobrevolaba la posibilidad de que la mina pudiera reabrirse para dar salida a las 120.000 toneladas de minerales que se encuentran estancadas en su interior.