La semana pasada, el portal Investment Arbitration Reporter dio a conocer que la multinacional farmacéutica suiza Novartis ha enviado una notificación de intención de demanda de arbitraje internacional al Ministerio de Industria y Comercio de Colombia por tratar de imponer un control en el precio del tratamiento Glivec para la leucemia, amparándose en el tratado bilateral de inversión firmado por ambos países en 2006.
El 14 de junio pasado, el Ministerio de Salud y Protección Social colombiano mediante Resolución declaraba “la existencia de razones de interés público frente al medicamento Imatinib -(Glivec)-…”.
En otra resolución publicada el 9 de septiembre, el gobierno colombiano resuelve en contra de la exposición de la farmacéutica que interpuso recurso de reposición en julio manifestando, entre otros que ” no hay evidencia de la existencia de una situación excepcional para el caso particular siendo el objetivo claramente establecido la garantía de la sostenibilidad financiera del sistema de salud en Colombia…”
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Según se recoge en “Las efectivas presiones de Novartis sobre Colombia” en la página El Tiempo, el 28 de abril de 2016 el gobierno colombiano y Novartis cerraron las negociaciones sin haber llegado a ningún tipo de acuerdo.
Julia Symmes y Luis Jaime Acosta en “Colombia to set new price for Novartis cancer drug: minister”, publicada en junio por Reuters dan a conocer las declaraciones del ministro que podían resumirse en la obligación legal de Novartis de vender el medicamento, usado para tratar la leucemia y otros cánceres al nuevo precio (los productos genéricos se vendían un 198% más baratos que el de Novartis).
Otro artículo publicado por la Universidad Externado de Colombia y firmado por Carlos Conde y Saray Consuega explica que durante el tiempo en que la solicitud de patente del medicamento se mantuvo negada por el Gobierno colombiano “ocho laboratorios genéricos acapararon el 60% del mercado Colombiano dejando solo un 40% al Glivec”.