José Feris [1] es socio de la Práctica de Resolución de Controversias Internacionales de la firma Squire Patton Boggs en la oficina de París. Asesora a partes en arbitrajes comerciales y de inversión, así como en otros procesos alternativos de resolución de controversias. Actúa como árbitro en procesos arbitrales internacionales.
Antes de incorporarse a la firma, José trabajó para la Corte Internacional de Arbitraje de la ICC, donde se desempeñó en diversas funciones incluyendo la de consejero adjunto, consejero y consejero director antes de ser nombrado secretario general adjunto en 2011. Asimismo, se desempeñó como secretario del Grupo Latinoamericano de Arbitraje de la ICC y secretario general interino.
- ¿Cuáles son los primeros pasos cuando afronta un procedimiento de arbitraje?
Los primeros pasos van a depender de la posición procesal en la que uno se encuentre. Sin embargo, en cualquier posición en que se esté, siempre habrá dos pasos importantes a dar.
- El primer paso siempre será analizar la verdadera necesidad del arbitraje mismo. Las razones pueden ser múltiples, pero no todas las controversias deben llegar al arbitraje y no todos los arbitrajes deben llegar a un laudo final. Al afrontar una disputa particular, se deben responder a las siguientes preguntas a la luz de los elementos con los que se cuenta: ¿Qué se busca con el arbitraje? ¿En qué medida se podrá lograr lo que se busca con el arbitraje? ¿Hay una mejor alternativa para lograr lo que se busca?
- El segundo paso será siempre definir cuál es la primera impresión que se quiere dar a la contraparte y/o a la institución arbitral y/o al tribunal arbitral. Esto se reflejará en la forma y contenido que se le dé a una solicitud de arbitraje o en la forma como se agoten mecanismos preliminares, o en los pasos que se tomen en reacción a la misma, dependiendo de la posición procesal en que se esté.
- ¿Cuál es su fase favorita a la hora de trabajar un arbitraje?
La fase inicial de elaboración de la estrategia, tanto procesal como de fondo, ya sea que esté uno en posición de demandante o demandado. Es una fase crucial en la cual no contar con la adecuada asesoría pudiera llevar a errores que podrían costar el éxito del arbitraje (cualquiera que sea la definición de éxito).
- ¿Cuál ha sido el artículo más interesante que sobre arbitraje ha leído en los últimos meses?
el objetivo del árbitro debe ser el de hacer un trabajo riguroso para dictar laudos con decisiones correctas
Nuestra profesión es demasiado prolífica en materia de publicaciones como para dar una respuesta absoluta a esta pregunta. Sin embargo, me gustaría mencionar un artículo reciente de Jennifer Kirby que se titula: “What is an award, anyway?” En este artículo, Jennifer Kirby, en su estilo único, hace un análisis muy interesante del poder que posee y ejerce un árbitro al dictar un laudo. En dicho análisis, ella enfatiza la importancia y necesidad de que el objetivo último de los árbitros no sea el de simplemente dictar laudos ejecutables como muchas veces se pregona, ya que el “threshold” de la ejecución no es necesariamente el más alto. Sino que el objetivo del árbitro debe ser el de hacer un trabajo riguroso para dictar laudos con decisiones correctas.
- Desde su inigualable experiencia en la CCI, ¿cuál cree que ha sido la principal evolución del “mapa” del arbitraje institucional internacional en los últimos años?
Me parece que la evolución del arbitraje institucional se ha reflejado en dos frentes.
- En primer lugar, los años recientes han sido testigos del surgimiento de nuevas instituciones arbitrales, así como el fortalecimiento y la reconversión de otras. Esto ha tenido como consecuencia un proceso de innovación y competencia sana entre instituciones por ofrecer un mejor servicio a los usuarios.
- En segundo lugar, ha habido una renovación y modernización significativa de los reglamentos de arbitraje institucionales.
Sin duda alguna, la reforma del Reglamento de Arbitraje de la CCI de 2012 ha servido como inspiración o catalizador a esta renovación. Muchos temas tratados por esta reforma son hoy características establecidas de cualquier procedimiento arbitral pero no lo eran anteriormente a la reforma. Por ejemplo, el Reglamento CCI 2012 fue el primero en tratar de manera expresa y extensa las cuestiones de jurisdicción y admisibilidad que surgen de la multiplicidad de partes y contratos en un arbitraje, así como establecer la posibilidad de incorporación de partes adicionales y disposiciones más elaboradas sobre consolidación de procesos arbitrales.
De la misma manera, si bien no fue este reglamento el primero en introducir disposiciones sobre árbitro de emergencia, el hecho de que la CCI adoptar estas normas legitimó y generalizó el uso de esta herramienta hasta ese entonces poco utilizada y conocida en muchos países del mundo. Asimismo, esta reforma hizo mucho énfasis en las obligaciones que todos los actores del proceso arbitral tienen de conducir el arbitraje de forma eficiente respecto de los costos. A modo de ejemplo en ese sentido, se instauró de manera reglamentaria la obligación de disponibilidad y de información sobre disponibilidad de los árbitros, que hoy en día se da por sentado, pero que no necesariamente fue así anteriormente. Igualmente, se ha generado desde entonces mucha más conciencia sobre la conducta de las partes en el arbitraje y las consecuencias que ella debería de tener en las decisiones sobre costos.
- ¿Cuáles son los principales retos que se plantea el arbitraje de inversiones en los próximos años?
Yo señalaría dos grandes retos.
En primer lugar, si la uniformidad y la unificación de criterio ha sido siempre un reto para el arbitraje de inversiones, los eventos recientes sólo han hecho que ese reto sea aún mayor. Nos encaminamos potencialmente a un sistema en el cual posiblemente coexistirán diferentes métodos de resolución de disputas de inversiones:
- arbitrajes de inversión como lo conocemos hoy día,
- tribunales arbitrales permanentes,
- cortes internacionales de inversión,
- métodos con y sin mecanismo de apelación,
- arbitraje Estado a Estado.
No es del todo claro aún que una corte multilateral de inversiones como la que propone la Unión Europea venga rápidamente a sustituir y unificar todos los demás métodos. Mientras dure esta coexistencia, conseguir uniformidad y predictibilidad será un gran reto. Si con estas nuevas iniciativas se busca “mejorar” el sistema, es posible que las cosas empeoren antes de mejorar, cómo va el dicho.
el arbitraje de inversiones necesita defender su legitimidad
En segundo lugar, el arbitraje de inversiones necesita defender su legitimidad, en la medida en que aun sea posible. El paso que ha dado México de firmar el Convenio del CIADI en plena renegociación del NAFTA, se podría ver como un mensaje, un símbolo y un voto de confianza de México en defensa del arbitraje de inversiones. Ecuador, por su parte, acaba de anunciar la renegociación de tratados bilaterales de inversión que podrían contar con capítulos de arbitraje de inversión, lo cual también podría interpretarse como una apuesta al arbitraje de inversión. Para que el arbitraje de inversiones sobreviva a largo plazo, se necesitaría que estas medidas se concreten y otros países envíen señales y tomen medidas equivalentes.
- ¿Cuáles cree que pueden ser los principales desafíos para una evolución positiva del arbitraje internacional en América Latina?
El arbitraje en América Latina está bastante consolidado ya.
En materia de legislación, América Latina es una de las regiones más avanzadas del mundo. De la misma manera, América Latina cuenta con un grupo de árbitros y expertos en arbitraje que están dentro de los más destacados a nivel mundial.
El principal desafío está a nivel judicial. La jurisprudencia que emiten los más altos tribunales judiciales de numerosos países de la región, es extremamente favorable al arbitraje. Sin embargo, todavía hay un número importante de decisiones problemáticas provenientes de tribunales de menor rango. Si bien estas decisiones son muchas veces corregidas por las instancias superiores, muchas veces ese proceso de corrección es demasiado largo y costoso. Esto termina yendo en detrimento del arbitraje aun cuando el resultado final pudiera considerarse como positivo. Es en este aspecto donde aún queda trabajo por hacer.
- ¿Cree necesaria la existencia de un centro de arbitraje latinoamericano con protagonismo internacional al nivel de las grandes cortes?
Cada región del mundo es distinta. Si bien la existencia de un gran centro regional ha sido crucial para el desarrollo del arbitraje en algunas regiones, este no ha sido el caso en América Latina hasta la fecha.
En América Latina el arbitraje se ha desarrollado de manera exponencial, más que en cualquier otra región, sin la presencia de esta figura. Esta carencia (si es que se le puede considerar como tal), ha sido suplida por dos fenómenos:
- las instituciones internacionales han realizado grandes esfuerzos por atender las necesidades particulares de la región (latinización),
- y las instituciones nacionales han realizado grandes esfuerzos por internacionalizarse y establecerse a nivel regional (internacionalización).
Ambas lo están haciendo con éxito.
Esto no quiere decir que la existencia de este tipo de centro regional no podría jugar un papel importante en una expansión aún mayor en los años por venir. Existen aún países y sectores económicos nacionales en diversas jurisdicciones donde el arbitraje es aún subutilizado o simplemente desconocido por distintas razones. En la medida en que la creación de un centro de este tipo contribuya a expandir el uso del arbitraje en la región, la iniciativa sería por supuesto bienvenida.
- ¿Cómo valora la incursión del Centro Iberoamericano de Arbitraje, CIAR (impulsado en las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno), con una clara intención de facilitar el arbitraje a la pequeña y mediana empresa iberoamericana?
El CIAR es una iniciativa prometedora y tiene los ingredientes para ser exitosa. El impulso dado a esta iniciativa por las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y Gobierno es un respaldo importante. Además, tiene un reglamento basado en el reglamento CNUDMI, una vocación netamente iberoamericana y una relación con la gran mayoría de colegios de abogados de la región. Estas características la colocan en posición de poder contribuir a la expansión del uso del arbitraje en la región en los años por venir.
- Por último, ¿puede destacar un punto de inflexión en su carrera en arbitraje internacional?
Haber tenido el privilegio de ser nombrado secretario general adjunto de la Corte Internacional de Arbitraje de la CCI fue sin duda alguna un gran punto de inflexión en mi carrera.
La supervisión de miles de procesos arbitrales conducidos en numerosas jurisdicciones y bajo distintas leyes y normas aplicables me ha permitido obtener una visión a nivel verdaderamente global de la práctica del arbitraje
La supervisión de miles de procesos arbitrales conducidos en numerosas jurisdicciones y bajo distintas leyes y normas aplicables me ha permitido obtener una visión a nivel verdaderamente global de la práctica del arbitraje. Esta posición me ha permitido también contribuir, al mismo nivel, al desarrollo del arbitraje internacional ya que me tocó vivir un tiempo de actividad y reformas importantes. Entre otras cosas, tuve el reto de trabajar en la revisión e implementación de dos versiones del reglamento de arbitraje de la CCI (2012 y 2017), la apertura de tres oficinas de la Secretaría de la Corte en Nueva York, Shanghai y Sao Paulo, y el diseño e implementación de nuevas políticas de eficiencia, transparencia y diversidad de la Corte.
Finalmente, la mejor de mis dichas fue la de trabajar con un equipo sumamente diverso y talentoso tanto en la Secretaría de la Corte como en la Corte misma y aprender tanto de tantas personas en tantos lugares y en tan diversas capacidades.
[1] Los puntos de vista expresados en esta entrevista son exclusivamente del entrevistado y no deben ser considerados como un reflejo de los puntos de vista de Squire Patton Boggs o sus clientes.