La continuidad de Chile en el Pacto de Bogotá lleva en entredicho desde hace varios años. Ahora, cuatro expertos del ámbito académico, del Derecho, de la política y de defensa recuperan el debate de la retirada del Tratado Americano de Soluciones Pacífica, “Pacto de Bogotá“, firmado en 1948 por una mayoría de países de América para la solución pacífica de controversias.
La controversia con Bolivia en relación con el río Silala que se dirime en la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) es el último desencadenante de una cuestión latente en Chile.
El pasado 14 de julio, José Rodríguez Elizondo, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Chile, Gabriel Gaspar Tapia, político y diplomático, Eduardo Rodríguez Guarachi, abogado, diplomático y escritor, y Óscar Izurieta Ferrer, dirigieron una carta publicada en el espacio de blogs del medio El Mercurio -ver “Por qué debemos salir del Pacto de Bototá“, 14.07.2018)- en la que describen al Pacto de Bogotá como: “instrumento que se hizo adverso a los intereses superiores del país…”.
En el escrito explican como el apoyo en el Pacto, facilitó a Bolivia la demanda ante la CIJ para obligar a Chile “a negociar una salida soberana al mar”.
Hablando de la inutilidad del pacto que “ya no sirve para blindar el estatus de paz inherente al respeto a los mismos”, continúan con sus razones para pedir en la conclusión del artículo “un trabajo político y diplomático de calidad, con amplia información a los órganos principales de la ONU”.