Real Hearing. Tan real como en el tribunal


No hace mucho intervine en un tribunal arbitral que conoció una disputa contractual internacional. No debo identificar partes ni objeto de la disputa, el propósito de mi comentario es metodológico: ¿Qué nos puede enseñar la organización y el método del arbitraje internacional a los árbitros locales? Por Ricardo León Pastor, León Pastor Consultores (Perú).

La organización y el método en el arbitraje internacional nos pueden enseñar muchas cosas, entre ellas, destaco tres:

  1. El rol de la Secretaría
  2. La organización del proceso
  3. El escrutinio del laudo

El rol de la Secretaría

¿Cuál fue el rol de la Secretaría en aquel arbitraje? Ninguno. Todo el proceso fue conducido por el tribunal, en particular por el presidente, sin necesidad de emplear Secretaría arbitral.

Ello supuso más trabajo, pero un control mucho mayor del devenir del proceso.

Localmente se abusa mucho de la función de la Secretaría, de la que depende la tramitación del proceso. Ese es un error que debemos corregir, pues la inmediación entre las partes y el tribunal es esencial para que el arbitraje sea realmente eficiente.

La organización del proceso

Las conferencias iniciales para coordinar las reglas del proceso son muy importantes. Las partes y el tribunal podemos adaptar la mejor manera de organizar el proceso. Esto significa, como solemos hacer localmente, hacer una “audiencia de instalación” en la que se aplica un formato de reglas.

Las conferencias suponen una conversación detallada sobre:

  • cómo se presentará el memorial de demanda y contestación,
  • qué tipo de pruebas se actuarán y
  • cómo se dispondrá el calendario procesal con fechas coordinadas de antemano.

Si se hacen bien, estas audiencias prefiguran un arbitraje eficiente y efectivo. Por supuesto, a nadie se le ocurre pedir “reprogramaciones” de audiencias prefijadas.

El escrutinio del laudo

El escrutinio es la revisión de forma que hace la corte de arbitraje del borrador de laudo que envía el tribunal, sin conocimiento de las partes y antes de que las partes sean notificadas con una versión definitiva del laudo.

En ese momento, la corte plantea una serie de observaciones o interrogantes para que el tribunal revise, a su vez, su propia redacción. El objetivo es:

  • que no se olvide ningún extremo importante que requiera pronunciamiento,
  • se evite referencias a cuestiones no controvertidas y
  • se clarifique, lo más posible, el lenguaje empleado en el laudo.

Todo ello es muy útil, y evita en especial el lenguaje engorroso que a veces emplean tribunales locales, quienes no terminan de explicar claramente los términos de la controversia y el debate procesal.

Cuando enseño estrategia y técnicas de litigio oral para el ámbito arbitral, les recuerdo a mis alumnos que es necesario practicar, practicar y practicar hasta lograr las destrezas de litigación. Para nosotros los árbitros es central tener en mente y repetir constantemente que debemos ganar eficiencia, eficiencia y eficiencia, pues es lo que las partes quieren de nosotros.

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