Laura Martín, socia del área de Arbitraje Internacional de Osborne Clarke en España, apela a la importancia de que el arbitraje comercial e internacional se perciba como un sistema seguro y confiable en un momento en el que la inestabilidad geopolítica mundial puede amenazar los contratos y la inversión. Destaca además el importante papel que están jugando las instituciones en un esfuerzo por adaptarse a las demandas sociales y empresariales.
“El arbitraje internacional sigue siendo un sistema esencial para la confianza, desarrollo y promoción de las transacciones internacionales, tanto entre particulares (arbitraje comercial), como entre particulares y estados (arbitraje de inversiones), tanto más cuanto más compleja e inestable se torna la situación geopolítica mundial.
En definitiva, la estabilidad y el desarrollo económicos necesitan de un sistema de resolución de disputas confiable y en la medida de lo posible neutral y objetivo, alejado de los vaivenes políticos de los países implicados o en los que se desarrollen los servicios que motivan los contratos o la inversión.
En 2024, entre otros, y más allá de asuntos concretos, destacaría los esfuerzos que se perciben por parte de las Cortes Internacionales en sus distintas propuestas ya sea de modificación de sus Reglamentos o en sus directrices y criterios de actuación, por avanzar en materia de transparencia, tecnología (sin duda aún estamos en un momento muy inicial del uso de la IA pero empieza a ser, cuando menos, motivo de discusión y debate) y, también, en las políticas de diversidad e inclusión en los paneles arbitrales, buscando una representación más equitativa de género y de diferentes regiones del mundo, que se perciben como algo completamente normal y necesario.”