La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos ha ratificado la decisión del pasado mes de enero por la que confirmaba al Museo Thyssen-Bornemisza como legítimo propietario del cuadro “Rue St. Honoré, aprés-midi, effet de pluie” del pintor francés Camille Pissarro. La decisión se produce después de la petición de uno de los jueces que solicitó que hubiese reconsideración por el pleno y que se sometiera a votación dicha reconsideración, que no alcanzó la mayoría necesaria para producirse. Uno de los jueces emitió un voto particular que critica duramente la decisión del panel y la posición de España.
El juez Graber compara la ley de California promulgada en 2010 y “específica para la recuperación de obras de arte robadas y coherente con casi todas las leyes nacionales e internacionales” con la ley española promulgada en 1889 que se aplica “en general a toda la propiedad privada y es aislada, contraria a la ley de casi todas las demás jurisdicciones, y contraria a los propios compromisos internacionales de España de devolver las obras de arte robadas por los nazis.”
El juez reivindica el componente moral del caso en un asunto “de vital importancia” al que el mundo está mirando: “Debemos llegar a un resultado que sea a la vez jurídicamente obligatorio y moralmente correcto. Estoy profundamente decepcionado por la decisión de este tribunal, que tiene el efecto innecesario de perpetuar los daños causados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.”
Para el juez la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza “carecía claramente de buena fe” y se negó a investigar la procedencia del cuadro. Por otro lado, habla de la actitud contrapuesta de España ante su política declarada de promover la recuperación de las obras de arte robadas por los nazis y sus intereses en este litigio.