En el informe “Renegotiating NAFTA: Options for investment protection” de Geoffrey Gertz, Instituto Brookings, analiza, entre otros asuntos, las posibilidades del actual sistema de arbitraje de inversiones del NAFTA ante la promesa de Donald Trump de renegociar el tratado que mantiene con Canadá y México.
Tanto Canadá como México parecen estar abiertos a estas negociaciones que, según parece, comenzarán el próximo mes de junio y podrían culminar en el periodo de un año.
El NAFTA o TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) incluye normas para regular las inversiones entre los tres países en su Capítulo 11, Gertz explica cómo hasta la fecha se han producido 59 arbitrajes en el marco del TLCAN: 16 contra los EE.UU. (que no ha perdido ningún caso), 25 contra Canadá y 18 contra México, quiénes han perdido varios que les han llevado a afrontar pagos millonarios.
hasta la fecha se han producido 59 arbitrajes en el marco del TLCAN: 16 contra los EEUU (que no ha perdido ningún caso), 25 contra Canadá y 18 contra México, quiénes han perdido varios que les han llevado a afrontar pagos millonarios.
El capítulo dedicado al arbitraje de inversiones pasa por ser uno de los más polémicos para los Estados del TLCAN por el creciente número de demandas que enfrentan de inversores extranjeros; así como por la crítica de la sociedad civil y organizaciones gubernamentales que plantean serias dudas sobre su legitimidad.
El sistema de arbitraje de inversiones del TLCAN no es el único en entredicho, otras regiones del mundo ya pretenden experimentar con nuevos modelos para regular las controversias inversor-Estado (como es el caso de la UE).
Getz da cuatro opciones en el informe para renegociar el capítulo 11:
- Mejorar el capítulo de inversión del tratado, dejando en su lugar los principales aspectos sustantivos y de procedimiento de la protección de las inversiones.
- Abandonar las protecciones de inversiones legalizadas basadas en tratados, dejando las disposiciones sobre la inversión que no son directamente aplicables legalmente.
- Pasar de un marco inversor-Estado a un marco Estado-Estado, en el que los Estados serían responsables de la aplicación legal de las regulaciones de inversión.
- Vincular el TLCAN con el recientemente propuesto tribunal multilateral de inversiones.








