Un tribunal londinense ha dado la razón al empresario ruso Oleg Deripaska en su solicitud para conocer el nombre de la consultora que elaboró un informe supuestamente falso utilizado en un procedimiento de arbitraje por parte de la firma Quinn Emanuel Urquhart. El informe fue utilizado en una demanda para aumentar en 300 millones USD el monto de un laudo en una disputa por la disolución de una empresa, la firma alegó la preocupación por la seguridad de su fuente para no revelar la autoría del informe.
El juzgado dictó una orden “Norwich Pharmacal” (orden de divulgación que se puede solicitar en Inglaterra y Gales para permitir que se obtenga información de terceros que, a sabiendas o sin saberlo, se han involucrado en actos ilícitos) contra Quinn Emanuel con el objetivo de que la firma revele el nombre de la consultora que elaboró el informe “Glavstroy”.
El arbitraje en cuestión se produjo entre el empresario Vladimir Chernukhin, por su empresa Navigator Equities, y Oleg Deripaska, por Filatona Trading. Quinn Emanuel representó a Chernukhin que utilizó el informe “Glavstroy” en la controversia por la disolución de una empresa conjunta para anular el laudo cuestionando el quantum. Deripaska debía adquirir la parte de Chernukhin por 94 millones, pero el informe “Glavstroy” aumentaba esa cantidad en 300 millones más (ver “High Court orders City litigators to name source of “forged” report“, Neil Rose, LegalFutures, 15.10.2024).
El despacho de Deripaska, RPC, cuestionó la autenticidad del informe, pero Quinn Emanuel alegó la preocupación por la seguridad de la fuente advirtiendo de la identidad del oligarca ruso. Clifford Chance, que también figuraba en la defensa de Chernukhin, retiró el procedimiento para la revisión del quantum y aceptó la condena en costas, pero el tribunal consideró que podía aplicarse la “Norwhick Pharmacal” ante un documento que, según todas las pruebas, era una falsificación (ver “Oleg Deripaska wins disclosure from Quinn Emanuel over alleged arbitration fraud“, Lawyermonthly, 15.10.2024).
El juez consideró que tanto Clifford Chance como Quinn Emanuel Urquhart habían incurrido en “mala conducta” y que la aplicación de la orden servirá para disuadir de conductas semejante en un futuro.
