La española Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) ha presentado el arbitraje contra Panamá por desacuerdos en una concesión hospitalaria, ya anunciado el mes de julio pasado, ante la corte de arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CCI). FCC demanda 65 millones de dólares por el parón de cinco años del complejo Ciudad de la Salud y para evitar que se ejecute la fianza.
En estos días se ha conocido la decisión de la Caja del Seguro Social (CSS), organismo público panameño encargado de la planificación, control y administración de las contingencias de la seguridad social, de rescindir el contrato por incumplimientos contractuales con la compañía española FCC, propiedad del empresario mexicano Carlos Slim. El contrato asciende a 587 millones de dólares.
En el mes de julio la Caja de Seguro Social solicitó a la constructora la cesión del contrato de la infraestructura hospitalaria a empresas panameñas en parón durante cinco años. Ahora, el director de la CSS Lau Cortés anuncia el fin del contrato del proyecto que parece haberse precipitado debido a la pandemia Covid19 y a la petición de la CSS de adecuar las instalaciones para lo que FCC pedía un nuevo contrato, petición rechazada por Panamá. A raíz de esta situación, la española comunicó el 25 de agosto su intención de disolver el contrato por causas de fuerza mayor apoyada en la pandemia (ver “CSS inicia proceso para rescindir contrato de la Ciudad de la Salud con FCC“, Ismael Gordón Guerrel, La Estrella de Panamá, 03.09.2020).
Según la página web gestionada por FCC: “la Ciudad Hospitalaria de Panamá está ubicada en la zona oeste de la ciudad de Panamá, el sector de Chivo Chivo, antiguo campo de Antenas de Clayton, terreno que fue donado a título gratuito por el Gobierno Nacional, y ocupará una extensión de 31,9 hectáreas.
El proyecto consiste en el diseño, desarrollo urbanístico, impacto ambiental, construcción, financiación y equipamiento de las instalaciones de la Ciudad Hospitalaria de Panamá.
Las instalaciones sanitarias tendrán una superficie construida de 219.000 metros cuadrados y dispondrá de 43 quirófanos, más de 284 consultas y 1.235 camas”.
Estas condiciones la convertían en el complejo sanitario más grande de Centroamérica permitiendo atender a 1,5 millones de personas. El inicio del proyecto se programó en 2012 y estaba previsto su fin para 2017-2018.